El gotelé es una técnica que fue ampliamente utilizada en el pasado en las paredes de cada casa de nueva construcción. Su granulado permitía disimular las pequeñas imperfecciones que podían quedar en las paredes, lo que lo convirtió en muy popular.
Sin embargo, hoy en día el gotelé ha pasado ya a la historia en el mundo del interiorismo, debido a que su uso implica renunciar a cualquier otro tipo de decoración en las paredes: la textura del gotelé lo convierte en enemigo de los motivos decorativos con vinilos, las cenefas o el papel pintado. Debido a esto, cada vez son más los que optan por quitar el gotelé y recuperar la versatilidad de sus paredes lisas.
Ventajas del alisado de paredes
- Menos acumulación de polvo en tus paredes: con el paso del tiempo, el gotelé acumula polvo y suciedad entre sus recovecos. Una suciedad difícil de eliminar y que perjudica a los alérgicos.
- Un aspecto más moderno: el gotelé genera un aspecto anticuado a la decoración del hogar.
- Tacto más suave: el tacto de las paredes de gotelé es áspero y al rozarse puede provocar arañazos indeseados.
- Pared más versátil: podrás colocar papel pintado, revestir zonas de la pared con azulejos decorativos o jugar con diferentes tonos de pintura.
